miércoles, 3 de noviembre de 2010

El Gatito Cojo

Como en cada primavera, la gatita Carlota va a visitar a su papá, y  a todas sus amigas de la infancia.

Estaban deceosas de ver a sus gatitos, que

siempre eran los mas guapos de todos. 

Llegó el día en que los gatitos comenzáron a

caminar poco a poco y todos se

juntaron ante la canasta para verles por

primera vez.
Uno a uno fueron saliendo hasta seis

preciosos gatitos , cada uno acompañado por

los gritos de alegría de la Señora Carlota y de

sus amigas. Tan contentas estaban que

tardaron un poco en darse cuenta de que uno de los

gatitos , el mas grande de los siete , aún no podía caminar
Todos concentraron su atención en el gatito

que permanecía intacto , también los gatitos

recién nacidos, esperando ver algún signo de

movimiento.
Al poco, el gato comenzó a moverse era el gatito

 mas grande que sus

hermanos , pero ¡oh , sorpresa!, nació cojo

y diferente a sus otros seis hermanos
La Señora gata se moría de verguenza por haber

tenido un gatito tan cojo y lo apartó de ella con la garra
mientras prestaba atención a los otros seis.
El gatito se quedó triste porque se empezó a

dar cuenta de que allí no le querían...
Pasaron los días y su patita no mejoraba , al

contrario , empeoraba , pues crecía muy rápido y

era flaco y feo, además de bastante

torpe el pobre..
Sus hermanos le jugaban pesadas bromas y se

reían constantemente de él diciéndole  andas en malos pasos
y torpe.
El gatito decidió que debía buscar un lugar donde

pudiese encontrar amigos que de verdad le

quisieran a pesar de su desastrosa cojera  y una

mañana muy temprano , antes de que se

levantase el granjero , huyó por un agujero del

cercado.
Así llegó a otra granja , donde una anciana le

recogió y el gatito cojo creyó que había encontrado

un sitio donde por fin le querrían y cuidarían , pero

se equivocó también , porque la vieja era mala y

solo quería que el pobre gatito le sirviera de exterminador de ratones.
 Y también se fue de aquí , cojeando.
Llegó el invierno y el gatito cojo casi  muere de

hambre pues tuvo que buscar comida entre el hielo

y la nieve y huir de perros que

querían matarlo.
Al fin llegó la primavera y el gatito paso por un

tejado donde encontró unos gatitos bellos que

jamás había visto hasta entonces. Eran elegantes ,

 hermosos y se movían con tanta distinción que se

sintió totalmente acomplejado porque el era muy

torpe. De todas formas, como no tenía nada que

perder se acercó a ellos y les preguntó si podía

 jugar junto a ellos.
Los gatos, le respondieron:
- ¡Claro que sí , eres uno de los nuestros!
A lo que el gatito respondió:
-¡No os burleís de mí!. Ya sé que soy cojo y flaco ,

pero no deberías reír por eso...
-¡ Mira tu reflejo en el estanque !-le dijeron ellos- y

verás como no te mentimos.
El gatito se introdujo incrédulo en el agua

transparente y lo que vió le dejó maravillado.

¡Durante el largo invierno se había transformado en

un precioso gato. Aquél gatito cojo y desgarbado

era ahora el gato más grande y  hermoso de todos

cuantos había sobre el tejado.
Así fue como el gatito  cojo se unió a los suyos y

sin importar lo físico vivió feliz para siempre.


          
                       Fin!!
                 

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